El último noucentista
Lluís Permanyer se pasea por la vida como un periodista culto, curioso, irónico, trabajador y moderno. Y por encima de todo, independiente de cualquier corriente cultural o política, con criterio propio, observador de la realidad humana y urbanista de la ciudad de Barcelona y de sus personajes. Desde que le traté en aquella redacción de La Vanguardia de la calle Pelai me ha impresionado siempre su elegancia desinhibida, su educación, su porte, la gran capacidad de hablar sobre cualquier tema añadiendo toques sutiles de humor en las cuestiones más variadas.
Category